la muerte

Volvíamos de Madrid a casa. Diciembre. Las navidades por delante, un montón de reencuentros y de planes nos esperaban en las tierras gallegas. Volvíamos ilusionados, contentos, juntos.
El coche lleno de maletas, los cinco hablábamos de temas variados. Detrás las mujeres, delante los hombres.
El viaje fue largo, mucha niebla en el camino, lluvia …
Eran aproximadamente las siete de la tarde cuando entramos en Galicia, ya era de noche.
Estábamos a la altura de Los Ancares cuando quien conducía vio un jabalí ( Sus scrofa castilianus- especie de jabalin habitual en el norte de la península, peso aproximado de 90- 100 kg.) en la carretera a sólo 30 metros de distancia. El giro hacia la izquierda fue muy brusco, inmediatamente otro a la derecha. El coche se tambalea unos metros. Él, sereno,que en ningún momento ha perdido el control del coche sigue conduciendo.
Desde atrás un hilo de voz pregunta que ha pasado. Un jabalí.
Un jabalí. Sin hablar nos miramos, todos sabemos que es una de las principales causas de muerte en accidentes de tráfico en la zona en la que estamos.
No entendemos como ha podido llegar hasta ahí, como ha podido saltar las vallas. La zona alta está completamente nevada, posiblemente escasee la comida y hayan bajado al valle a buscar con que alimentarse.
Seguimos nuestro camino.
Llegamos sanos a casa. Al poco tiempo comentamos bromeando la historia del jabalí.
Cada uno achaca la buena suerte que hemos tenido a aquello en lo que cree.
Yo pienso que con un conductor peor no nos hubiésemos librado del accidente.
Pienso que hasta entonces jamás creí que podría morirme, pensaba que la muerte únicamente llegaría cuando fuese una anciana. Estaba convencida de ello. Vivía despreocupada y muchas veces imprudente, pues me parecía ser invisible a su mirada.
Esta vez la hemos burlado, pero ha estado cerca. Hemos sentido su presencia, sin verla.
Ahora se que, como los demás, yo también puedo morirme cualquier día por cualquier motivo, como el resto de la humanidad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Dolly...q fuerte...me lo comentaste en Navidades..pero no sé q pasó q no m contaste todo cn exactitud...q reflejos tu papi...!!
ánimo c--- !!!!jajjajaj

1besitoooo enorme!!

Elenita

Anónimo dijo...

muy fort!!
no fue mi padre, era Nacho el que conducía...
ánimo coño! jajaja

Anónimo dijo...

jajjaja pos entnces q reflejos Nachoo c---!!!jajjaja
1besitoo ovejitaa!