"Si quieres cuidar de ti
cuida de los demás
y sonrie o llora
por ese cambio radical del destino."
¿Sabeis una cosa? Me pregunto si no me habré perdido algo. Como alguien que tuviera las compañías equivocadas y descubriera de pronto otra vía al conocer a las adecuadas. (...)
(...)Y sobre todo he experimentado una cosa, un sentimiento nuevo, y al describirlo ahora, estoy tan emocionada; de hecho, he tenido que dejar el boli un momento para llorar.
Pues esto es lo que he sentido: al escuchar a la señora Michel y al verla llorar, pero sobre todo al darme cuenta de hasta que punto le sentaba bien contarme todo eso, a mí, he comprendido algo: he comprendido que yo sufría porque no podía ayudar a nadie a mi alrededor.(...)
(...)Tengo ganas de decir a los demás que me ayuden; después de todo no soy más que una niña que sufre y aunque sea extremadamente inteligente, eso no cambia nada, ¿no? Una niña que sufre y que, en el peor momento, tiene la suerte de conocer a las personas adecuadas. ¿Tengo moralmente derecho a desaprovechar esta oportunidad?
Bah, y yo que sé. Después de todo esta historia es una tragedia. ¡Alégrate, hay personas valerosas! tengo ganas de decirme, pero al final, ¡Qué tristeza!
¡Terminan todas bajo la lluvia! ya no sé muy bien que pensar. Durante un segundo he creido haber encontrado mi vocación; he creido comprender que para cuidar de mi, tenía que cuidar de los demás, o sea, de los que son "cuidables", de los que se pueden salvar, en lugar de carcomerme por dentro porque no puedo salvar a los demás.
Entonces qué, ¿debería hacerme médico de mayor?¿O escritora? Es un poco lo mismo, ¿no?
Pero por cada buen amigo, ¿cuántas personas egoistas hay?
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