Experiencia inexplicable IX: Su Risa.

No hay nada el mundo más alegre que su risa. Lo invade todo. Tiene una fuerza capaz de alejar cualquier indicio de tristeza o melancolía. Llena el mundo de una inexplicable energía positiva.

Dedicado a M.P.M.

La Inconsciencia del Ser

El vértigo es una reacción fisiológica generada por la atracción al vacio. Y desencadena una incontrolada sensación de miedo.

A nosotros nos ocurre lo mismo. Una atracción a lo desconocido que desencadena una incontrolada sensación de miedo. Que nos hace retroceder.

Desconocidos. Y no tanto. También lo son muchos otros con los que convivimos sin miedo.

Y conocidos a la vez. Viejos conocidos por el hecho de llevar un largo periodo de tiempo compartiendo un pequeño espacio.
Limitamos el espacio. Y medimos el tiempo.

Nunca me gustó Castilla por ser demasiado plana. La belleza es curva.
Ya sabes algo más de mi.

"Me enamoró su manera de describir el mundo."

Noches con luna.

Él es un genio discreto, elegante y tranquilo. Muy tranquilo.

Transmite una sincera sensación de paz que sólo puede salir de aquel que tiene la serenidad de hacer en cada momento lo que debe hacer.

A su lado parece que los problemas son más pequeños, las realidades más claras y la vida parece ser un divertido juego de palabras que, lejos de ser sencillo, esconde la brillante inteligencia de un genio.

Su naturalidad y su sencillez, su discreción y su humildad, su forma sublime y, a la vez, sencilla de comprender el mundo caracterizan su personalidad carismática.

Es, sin duda, una de las mejores personas que he conocido. Y uno de los mejores lectores con los que comparto mi inspiración.

Saturno.

Nos encanta pasar horas hablando de todo, profundizando en poco y sin dar explicaciones de nada. Esta forma de comunicarnos es lo que nos mantiene unidos y por eso nunca la cambiamos.

“He visto salir en sol de sitios imposibles, así que cuando te vas ya nunca me pongo triste”

Pequeños cambios vitales.

Había algo de ingenuidad en aquella mirada, un poco de miedo, mucho de cariño y todo de verdad. Todo ello combinado en las proporciones exactas daba lugar a aquel brillo tan especial que sólo era visible en su mirada. Difícilmente explicable. Nunca volví a ver una mirada como aquella.
O quizás es que, desde entonces, no he vuelto a mirar de la misma manera.