La inutilidad de nuestra memoria externa.

De nuevo, un folio en blanco.
Y esa sensación de que fuera hay vacío. Y dentro, está todo demasiado lleno.

Alguien habló hoy de una memoria externa que había comprado. Una memoria externa. Y, ¿por qué nadie ha inventado aún una memoria externa para los humanos?
Tampoco creo que sea tan difícil.
Y sin embargo, sólo imaginarlo parece que ya alivia.

Poder dejar ahí, aparte, esos pensamientos que sobran hoy. No me da la gana de tener que pensarlos más.
Los recuerdos que pesan. Nos permitiría caminar más ligeros.
Dejar descansar un rato la mente, liberándola de algunos miedos.
Y sobre todo dejar sitio para que entren más sueños. De los que merecen la pena. Y hacen grandes a los hombres.

Y después de tantos años de evolución biológica, cultural y tecnológica seguimos sin memoria externa.

Quizás es que no nos viene bien y no merece la pena.
A lo mejor es que hacen falta esos pensamientos como ingredientes fundamentales para los pensamientos de mañana y los hechos de hoy.
Quizás los recuerdos sean buenos. Y no este del todo mal echar de menos. Ya que sin la tristeza de las despedidas no tendríamos la alegría de los reencuentros.
A lo mejor es que los miedos también son necesarios, puede que el éxito sean fracasos superados.
Y que los sueños sean sueños precisamente por todo esto.
Quizás no existiría la inspiración. Que no es más que eso; hacer del caos un arte.

Dedicado a A.Ita Ita.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Los recuerdos que más pesan son aquellos que merecen la pena recordar, el resto son ligeros...tan ligeros que se van perdiendo poco a poco por el camino.

PabloAput dijo...

HACER DEL CAOS UN ARTE.

Así son nuestras vidas.
Las de todas y cada una de las personas.

Anónimo dijo...

ese anónimo tiene mucha razón, si...
E Ita Ita es toda una sabia, me encantaría conocerla algún día ;)
"puede que el éxito sean los fracasos superados"... me gusta esta frase, me hace sentir un hombre realmente exitoso, me hace hincharme en mí mismo, de satisfacción por haber superado tantos fracasos, aunque no tantos...
mmm, que buen humor, que optimismo, que manera de encarar una tristeza...
Ita Ita, me gusta saber que os tenéis una a la otra...

mmm (otra vez) una caladita al aire de mi habitación...

mmm (la última) que delicia de entrada