Llévame a otro planeta.

Viviremos siempre entre dos días. Soñaremos siempre entre dos noches. Caminando lentamente en un espacio limitado a nuestros cuerpos, invadido por nuestro miedo y protegido por nuestros hechos.

Un lugar inacabado. No sabemos muy bien cuándo hemos llegado y tampoco si saldremos.

Nos hemos adaptado al espacio que tenemos, al mundo en el que vivimos y a no echar de menos los momentos que hemos perdido. También hemos aprendido a luchar por lo que queremos. Y a no invadir el territorio ajeno.

Disfrutamos. Reímos. Soñamos. Protestamos. Nos entristecemos y nos alegramos. Hablamos. Compartimos. Pero, hasta hoy, nunca hemos llorado.

En nuestro espacio infinito y limitado abundan las verdades, al menos como las conocemos. Abundan las palabras y los hechos. Es patente la unión, queda oculto el dolor.

Quien pudiera retenernos en Madrid. Sé que no volveremos. Y si lo hacemos será vistiendo otros cuerpos y otras almas que guardan algo de brillo de aquello que un día iluminó y guió nuestros días de rutina.

Sobre nosotros pesa la terrible y evidente condena de lo imposible. Sólo lo imposible dura siempre.

Duraremos siempre en ese espacio desconocido que no existe más que en nuestras vidas. Tengo la seguridad de que si fuese capaz de explicarlo no sería capaz de vivirlo y de sentirlo así.

Y también tengo la enorme seguridad de que cada relación humana es infinita y adopta formas inabarcables que no siempre podemos definir o comprender. Algunas relaciones están destinadas al éxito, otras al rápido y triste fracaso. Y las relaciones como las nuestras flotan en un infinito inexistente, un universo paralelo sostenido por la fortaleza inexplicable de las terribles pasiones humanas.

Ten tú la seguridad de que si un día escribo un libro serás protagonista inconfundible de mi novela. Ten sólo esa seguridad. No puedo prometerte nada más.
Sólo te pido que si conoces algún día otro planeta, me lleves allí. En este nunca podremos estar cerca.

1 comentario:

PabloAput dijo...

Vuelve.

Vete pero vuelve.

Y escribe ese maldito libro! Seguro que te sale algo GENIAL!