del amor al odio

Sonrisas contadas, silencios eternos, miradas cortas, ausencias constantes, secretos encarcelados, mudas palabras, gritos silenciosos, dolores punzantes. Dos personas, y el odio en medio, dos miradas dirigidas en direcciones contrarias que parecen chocarse en cada esquina, en cada punto común pero opuesto, en cada momento de vida, en todas las energías empleadas en odiar, una mirada atrás y el recuerdo de momentos cerca, de momentos juntos, de momentos que han quedado ya olvidados en algún lugar de la memoria donde está prohibida la entrada, donde está vedado el paso, en ese lugar donde se almacenan los momentos comunes que compartían dos personas unidas por el amor, que ahora están unidas por el odio, igualmente unidas, pues los lazos son los mismos, cambia el modo de unión, el material, pero no la longitud.Dicen que del amor al odio hay un paso, y es que no puede ser de otra forma, no pueden estar muy lejos dos sentimientos tan intensos, dos sentimientos que no pueden ser compartidos con otros.Algunos creen que el paso del amor al odio es bidireccional, creo que no. Que se puede pasar del amor al odio, pero no retroceder del odio al amor. Ya que no se puede pasar al odio sin antes haber pasado por el amor, si es así no será de verdad odio si no algún sentimiento semejante pero de menor intensidad. Por tanto si se llega al odio, antes ha habido amor, por ello la vuelta el prácticamente imposible, por eso la vuelta a querer a quien nos ha herido tanto que hemos llegado al punto de odiarlo, no de indiferencia, ni de olvido, ni de dolor, no, de odio, entonces resulta imposible la vuelta al amor.

DPM