miradas

No quedan palabras. Un silencio. Se extiende sobre nosotros. Un silencio que lo explica todo sin decir nada. Tienes miedo. Yo también. Me miras. Te miro. Penetran en los míos tus ojos castaños. Preguntan. Responden. Gritan. Callan. Confirman. Mantenemos la mirada. La tuya brilla. La mía te mira. Tienes miedo. Me transmites tu miedo. Tengo miedo. Tus ojos son más valientes que tú. Me hablan más sinceramente de lo que pasa por dentro. Mis ojos comprenden y afirman. Esperan. A que tu libertad afirme para que la mía actúe. Podría actuar antes de que afirmes. Entonces, me saltaría tu libertad. No quiero. Sé libre. Te quiero. Te quiero libre. Sigues mirándome. Más miedo. Tus ojos hablan de miedo al compromiso. Miedo a aceptar como propio algo que no sea el yo que te rodea. Miedo. Miedo. Más miedo. ¿Hasta cuando? Espero. Paciente. Te miro. No se marcha tu miedo.
¿cuánto tiempo podríamos pasarnos así? Una vida entera. Mirándonos. Comprendiendo la mirada del otro. Tú la mía. Yo la tuya.
Silencio. Tu mirada callada grita. Grita aquello que tu te callas. La mía contesta los gritos con una sonrisa. Mi mirada te sonríe. La tuya brilla. Pero no quieres. ¿y qué más da el lenguaje de las miradas cuando falta la voluntad? Es más fuerte el miedo. Callado lo afirmas. Lo comprendo. Pero me revelo. Tienes que ser más fuerte que tu miedo. Lo eres si quieres. Tu mirada lo es. Tu mirada es más fuerte. No tengas miedo. No pasa nada. Tranquilo. Poco a poco. No tengas miedo. Tu mirada se relaja. La mía le habla de paz. No pasa nada. Poco a poco el miedo se va yendo. Despacio. Lento. Con miedo desaparece de tu mirada. La mía constante permanece a tu lado. Te mira. Te recuerda la belleza de una mirada pacífica, sin miedo. Te relajas. El miedo está cada vez más lejos. Ahora solo falta invitar al compromiso. Al amor. Que avance. También lentamente. Tranquilo. Que poco a poco vaya inundando tu mirada. Dudas. No quieres dar paso al compromiso. El miedo hace un intento de retorno. Mi mirada sigue constante. Se aleja de nuevo el miedo. Poco a poco conseguimos que le abras la puerta al compromiso. Va entrando. Despacio. Va cogiendo posición. Termina de instalarse. Lo inunda todo. De pronto lo comprendes. Comprendes que ha sucedido. Comprendes que el amor sin compromiso no es amor. Comprendes que es la manera más arriesgada y segura de querer. Comprendes que ahora si quieres de verdad. Lo comprendes. Una enorme paz llega a tu mirada. Ahora todo tiene sentido. Ahora tu vida tiene sentido. Ahora comprendes. Ahora disfrutas. Ahora comienzas a vivir de verdad. Ahora entiendes el optimismo de mi mirada. Ahora entiendes la alegría de mi vida. Ahora comprendes. Ahora eres mucho más persona de lo que eras. Ahora te estás realizando plenamente. Ahora me miras y tus ojos parecen nuevos. Ahora la belleza de tu mirada es máxima. Ahora el sol está dentro de tu mirada.
Ahora comprendo cuando dicen que la mirada es el espejo del alma.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin más, te diré que es lo que más me ha gustado que te he leído.

Bueno, con más:
Original y sencillo de leer, no tan fácil de comprender.
Además, creo que te faltaba la variable tiempo en otros escritos, y aquí está de lleno, aunque parezca pasar todo en 10 segundos. Y con ello has incorporado lo que más echaba en falta, sin darme cuenta, el ritmo. Yo diría que este es palpitante.

Ahora sí que me has dejado impresionado de verdad.

"Ahora la belleza de tu mirada es máxima." - Fabuloso

Anónimo dijo...

Es impresionante!q sepas q la he colgado en mi tuenti!!a ver si asi recibes mas visitas..!!ya me dirás!!s de los mejores!!
quero verte!!
besitosss grandess!!

Elenita

Anónimo dijo...

ya he visto lo del tuenti, estás pirada...jajaja!
me animan un montón tus comentarios!
cuando nos vemossss!!????
estás muy lejos...avísame cuando bajes a madrid!