revolucionario

en tu mirada supe que eras uno de los nuestros. he encontrado poca gente en este mundo a la que reconocer mirando a los ojos. siempre veo confusión en ellos. cuando me encontré con tu mirada fue diferente. tu mirada era sincera, tranquila, serena, pacífica, tu mirada hablaba a gritos de la belleza de tu alma, tu gran corazón podía reflejarse en esos pequeños ojos oscuros. te miré y supe que eras tú, esa persona que llevaba tanto tiempo buscando. mi apoyo, mi amigo más fiel, el revolucionario incansable, el compañero de esta guerra de paz que estaba dispuesto a conquistar el mundo.
una revolución. en cuanto mencioné la palabra tus ojos se iluminaron. revolución. parecía que hacía tiempo esa había sido la causa y el porque de tu existencia. hoy volvía yo a despertar esas ilusiones dormidas por las que un día despertaron tus ganas de vivir y de luchar. te confestaste revolucionario. aunque en tus ojos encontré también un poco de miedo, miedo a querer, miedo a darse, miedo a sufrir, miedo a perderlo todo por ganar su alma, la de ella, que tanto deseabas. a pesar del miedo, tus ojos hablaban de tu valor.
te hablé de la revolución. ideas que vagaban de un lugar a otro de mi mente. ideas pequeñas y sencillas. ideas revolucionarias que cambiarían el mundo. una revolución que innovaba en método y materia, una revolución de amor que no reivindicaba el recibir sino el dar, no solo dar sino darse por completo, entregarse a los demás en cada momento de la vida. lo único por lo que realmente merece la pena vivir en este mundo complicado y cabrón, lo único; el amor.
el amor. que todo lo resuelve, que todo lo aclara, que ilusiona y pacifica, que tranquiliza y da paz, que es más fuerte que todas las demás ideas y teorías, que arrastra a todo y a todos. la fuerza del amor que todo lo puede y que -como afirma el viejo profesor de Mitch Albom-gana siempre.
no me equivocaba.conseguiste darle un sentido profundo a tu existencia, a tu paso fugaz por este mundo, conseguiste darte y mereció la pena. conseguiste dejar huella en este mundo, y como buen revolucionario, dejaste seguidores que una vez desaparecido tú, te siguieron fielmente aprendiendo de tu ejemplo y tus palabras. comenzaste una cadena que terminará con la extinción de la especie.

DPM