siempre en jamás

Escribo. No pienso. Ya no sé nada. Ya no vale nada. No hay excusas. No hay destino. Un presente destruido. Un pasado que ya no existe. Palabras vacías. Momentos inútiles que no pueden ser olvidados. Ridículo. Lágrimas. Un vacío que lo llena todo. Escribo sin conocer el significado de las palabras. Sin sentir. Sin saber. Sin nada. Sin nadie. Todos están lejos. Sin pensar escribo. Escribe una mente dañada. Un corazón sin consuelo. Solo siento el frío. El frío de la soledad. El frío de la incomprensión. El frío del vacío que dentro de mi lo inunda todo. Es el final. Es la caída. Es el sinsentido. Es la soledad del alma que no encuentra consuelo en el mundo. Es el negro intenso. El final. Intento gritar pero no salen las palabras. El grito ahogado daña al alma. El grito ahogado ahoga el corazón. Camino sin sentido. Caigo. En el suelo el barro me ensucia. Ahora la mierda también está por fuera. Ya no queda nada. solo esperar la muerte. Otro intento de grito. Otro pinchazo en el alma. Un profundo silencio desolador. A mi alrededor no hay nadie. Una mirada a un pasado que parecía eterno. Una mirada a un presente sin sentido. Una existencia sin porqués. Un ateismo voluntario. Una negación de toda fe. Una creencia absoluta en los fracasados. Una política barata. Promesas que quedaron en el aire. Una frustración que lo envuelve todo. Un camino que solo lleva al precipicio. Estoy en el limite entre la vida y la muerte. La desesperación lo inunda todo. Evitando pensamientos. Evitando juicios. Evitando palabras. Sobre todo, evitando un grito de auxilio. Lo intento de nuevo y es mi alma la que grita. La boca cerrada. Nadie oye nada. No hay nadie. La soledad del alma es total.
Arrastrada. En el suelo. Sucia por el barro. Desecha en lágrimas desesperadas. En la soledad de la desesperación decido cerrar los ojos. Sé que hacerlo es el final. Pero...¿¡qué importa!? Ya no merece la pena continuar. Ha sido todo un engaño. Una vida sin sentido. Un enorme sufrimiento sin porque. Antes de cerrarlos vuelvo a mirar. Ya no hay fuerzas. Pero una semilla, pequeña y débil, de esperanza sigue viva. Quizás sea verdad que es lo último que se pierde. Quizás no. Ya no tengo nada que perder. No pierdo nada en un último intento. El esfuerzo ahora es máximo. Miro hacia arriba. En el fondo del alma la esperanza ya se ha ido. Mirar es un acto de soberbia. Uno más. Para asegurarme antes de morir y dejarlo todo que nada ha merecido la pena. Que irse a ninguna parte es la opción más inteligente. Entonces, con reproche y con desdén miro hacía arriba.
Miro. No creo lo que veo. Una vez más esa falta de fe que tanto nos caracteriza. Aunque algo sea evidente no lo creemos. Y luego nos empeñamos en creernos al pie de la letra lo que otros nos cuentan. Vuelvo a mirar. Es real. Pero tengo miedo. Tengo miedo de que no lo sea. De que sea un espejismo. De que sea un absurdo como tantas cosas más. Pero no lo es. Esta vez no. Lo sé. Es diferente a todo lo demás. A todo lo anterior. Esta vez es cierto. Solo cuando realmente se está en la verdad no se duda. Hay algo en el fondo del alma que apuesta por esa verdad. Como si ya la conociera de antes y acabara de reconocerlo. Miro de nuevo. Por tercera vez. Por cuarta. Tanto tiempo deseando ver la verdad,conocerla,y cuando la veo dudo de ella. Así somos. Miro de nuevo. Ahí está. Es real. Es él. Con su luz. Con su paz. Con su esperanza. El que había perdido. Al que nunca había mirado a la cara. Él. Que sabía que me quería pero no me había preocupado por ninguna de sus cosas. Y él. Es el único que permanece cuando los demás se han ido. Él. Tranquilo y paciente. Con dolor en su mirada por mi estado degradado. Con esperanza y paz porque sabe que ya todo ha pasado. Que al final me he salvado. Me tiende la mano. Me levanto y me limpia. Con cuidado. Sereno. Con cariño. Con el inmenso cariño del que ha sabido esperar y aguantar desprecios e incomprensiones. Con el inmenso cariño de quien quiere de verdad. Me levanto. La luz del sol lo ilumina todo. Poco a poco todo mejora. Todo cambia de color. Todo ese camino que parecía oscuro y sucio brilla ahora con el sol. Mi alma está vacía. Pero de nuevo llena. Vacía de todo lo pasado. De nuevo llena de esperanza. Vacía porque no hay nada. Hemos vaciado la mierda que pesaba. Y ahora vacía, tranquila, serena, pacífica espera ser llenada de nuevo. De amor. Del que no pesa. Del que hace más ligero el caminar. Del que llena de esperanza.
Él me enseña algo que no olvidaré jamás. Si quieres cuidar de ti, cuida de los demás.
Entonces mi vida cambia. Rápida. Lenta. Tranquila. Pacífica. Activa. Sin pausa. Cambia. Cambia. Comprendo ahora que sufría porque no podía ayudar a nadie a mi alrededor. Que el egoísmo hace que todo pierda sentido. Y es que una vida egoísta no tiene sentido. Pues el sentido de la vida es precisamente el contrario. Tengo que reconocerlo. Ya no tengo ganas de morir. Tengo ganas de vivir. A lo mejor es que nunca tuve ganas de morir. Si no que en la desesperación de una vida sin sentido buscaba en la muerte una vida. La vida que ahora vivo. Tengo ganas de vivir. De estar con él. Contigo. Con ellos. De hablar. De sonreír. De cantar. De luchar. De sufrir. De vivir. Tengo ganas de vivir. De que vosotros también viváis. Tengo ganas de dejar a los demás que me ayuden. De no ser más fuerte. De no ser doctor siempre y nunca paciente. Tengo ganas de vivir.
No soy más que una persona que sufre. Que en el momento de la caída. Cuando el sufrimiento es máximo. Cuando la desesperación lo cubre todo. Entonces, tengo la suerte de conocer a las personas adecuadas. O de caer en la cuenta de que ya las conocía, están ahí y no había reparado en su presencia.
Respiro. Pensando en este tiempo, con el corazón y el estómago hecho papilla, me digo que a fin de cuentas quizá sea esto la vida: mucho dolor desesperado pero también momento de belleza en los que el tiempo ya no es igual. Como un paréntesis. Como una lluvia de siempre en un mar de jamás. Siempre en jamás. Vivo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Dolly!!
me ha encantado...me encanta la forma de escribir los últimos relatos eh?
q sepas q te sigo leyendo ,soy asidua a tu blog!!:)
aunque a veces no comente...leo todo todito todo!
1besito enormeee!!
Elenita

Anónimo dijo...

gracias!
a mi este tb me gusta!
es un poco más optimista que los últimos, no crees?
gracias de verdad, te agradezco que me leas!

Anónimo dijo...

Dolo!!
pos sip,la verdd es q empezas a esctbir algo mas optimistaaaa!!!!!eso es genial!!!:)como vas??esrcribeme un privado cuentame qtal zaragoza!!
1besitooo gordoo!