¿Por qué? -preguntó J- No quiero que se vaya.

- No puede volar dentro de esa jaula- le respondió M.

-Pero sí he sido yo el que le ha enseñado a volar- insistió J un poco nervioso.

-Ya, pero ahora tienes que dejarla libre. Si ella quiere, volverá.

2 comentarios:

Sonrisa dijo...

♪♫ Déjame volar aunque tropiece con el cielo... Hay noches estrelladas y días que se estrellan contra el suelo... ♪♫

Flucky dijo...

No quiero que se vaya.
No dejan de encantarme tus entradas!